Entrevista con Dios (Parte I de II)

(Comparto un texto que me fascina, espero sea de su agrado)


Entrevista con Dios

-Pasa, me dijo. ¿Con que quieres entrevistarme?
-Bueno, si es que tienes tiempo. (Se sonrió por entre la barba).
-Mi tiempo se llama eternidad y alcanza para todo.
-Señor, qué envidia-
-¿Qué preguntas vas a hacerme?
-Ninguna nueva ni difícil para ti. Por ejemplo, ¿qué es lo que más te divierte de los hombres?
-Que se aburren de ser niños por la prisa de llegar a adultos y luego suspiran por regresar a niños. Que primero pierden la salud para tener dinero y en seguida pierden el dinero para recuperar la salud. Que de pensar ansiosamente el futuro descuidan su hora actual, con lo que ni viven el presente ni el futuro. Que viven como si no fueran a morirse y se mueren como si no hubieran vivido.
-¿Cuál es el ave que prefieres?
-Cualquier pájaro es un monumento.
-¿Qué opinas del capitalismo y del socialismo?
-Todos los hombres son míos, los oprimidos y los opresores, los de izquierda y los de derecha. Por lo mismo son hermanos entre sí y eso es lo que ellos olvidan. Lo que salva no es el sistema, sino el amor.
-¿La flor que más te gusta?
-Cuando una madre arrulla a su hijo es como si el Universo floreciera.
-¿Es fascinante o aburrido ser Dios?
-Mira, un sabio goza investigando en su laboratorio, un jardinero goza trabajando en el huerto, un padre goza amando en su hogar. Ahora eleva tú estos gozos hasta el infinito. Mi vida no puede ser más bella. una vida de trabajo y conocimiento, de amor y servicio. Huerto, laboratorio y hogar.
-Cuando llegue el fin del mundo, ¿qué pintura podría ser salvada del incendio?
-Hay una por ahí que me entusiasma. No te digo cuál para no dar trabajo extra a los guardianes del museo. Todo lo bueno y lo hermoso que produce el hombre es indestructible.
-¿Qué piensas de los astronautas?
-Me emociona ver a las pequeñas hormigas escalando un rascacielos. Y una ráfaga de inteligencia en el silencio del cosmos.
-Pero recordarás que uno de ellos dijo que al subir en su cápsula no te había visto.
-Tampoco vio allá el Bosque de Chapultepec y el Bosque existe. Los ojos ven poco. Pero la inteligencia y el amor ven mucho más. La fe lo ve todo. Además si el cosmonauta no pudo o no quiso verme, yo en cambio lo estaba viendo, lo estoy viendo ahora. Y eso es más importante.

*** Continuará...

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