Entradas

Mostrando las entradas de noviembre, 2010

¿No te has dado cuenta?

Imagen
Luego de semanas de trabajo, viajes por varios municipios de ese bello estado del sureste mexicano, llegó el gran día.  El objetivo de los jóvenes era dar la bienvenida a quienes llegarían de otros rincones del estado, guiarlos a la plaza principal, donde se realizaría una reunión masiva. Cuando llego al lugar, me doy cuenta que la mayoría de mis compañeros de jornada eran desconocidos. Nos fuimos presentando uno a uno. De entre todos sobresalía un joven de bellos ojos negros, mirada fuerte, fija en los ojos del otro. Su nombre: Amílcar Sosa. Duramos varias horas trabajando, él muy atento me ayudó a llevar los materiales, me enseñó algunos consejos para hacer mejor mi labor. Ambos nos caímos muy bien, lo cual hizo fácil la tarea. Pasaron varias horas y cuando todo acabó, nos situamos en un lugar adecuado para descansar. Fue allí, cuando me preguntó: -¿No te has dado cuenta?..... De que soy, sordo. En ese momento sentí el peso sorpresivo de la ignorancia. N

Honor y respeto...

Imagen
Semanas atrás les compartía la importancia de dar su lugar a quienes (voluntaria o inconscientemente) nos han dañado, como paso ineludible para sanar el alma, perdonar y olvidar. Es un proceso complicado. Puede hacerse en vivo (personalmente, frente al agresor o sujeto que nos daña/dañó) o bien, si las condiciones y el sentimiento no nos lo permiten, hacerlo mentalmente (a distancia). Ubicamos a nuestro interlocutor frente a nosotros, lo imaginamos observando, calladamente. Y comenzamos a "decirle" todo aquello que nos hizo sentir mal, que nos afectó de su comportamiento para con nosotr@s. Habiendo culminado, le brindamos "honor y respeto" , pues esa persona ya cumplió un papel trascendental en nuestra vida y nadie más va a hacernos daño de esa manera. ¿Qué sucede si no cerramos el ciclo de dolor? Ocurre que dejamos la puerta abierta, como una "vacante" para que llegue otr@ incaut@ a repetir la labor en nuestro perjuicio. ¿

Visión "Ranchorámica"

Imagen
Por razones aún desconocidas, lo que otrora fuese un estado grande, pujante, en crecimiento; con desarrollo económico y social... ahora es un estado de caos. En Chihuahua (Estado fronterizo de México con EUA), nos encontramos en medio de una espiral negativa que parece no tener fin y, en cada una de sus curvas, se va difuminando la paz y la prosperidad. No " toda" la culpa es de los políticos, como la mayoría de la población quejosamente opina. Cierto es que la "clase política" (que de clase tiene poco, lamentablemente) tiene gran injerencia en el asunto, pero hay que incluir en la reflexión cotidiana también a los sectores social y empresarial que, quizá por omisión, permitieron que se llegara hasta este punto. Una de las múltiples causas del caos es la “cortedad de miras” de quienes tienen en sus manos las decisiones. Algunos representando a algún sector en particular, y otros a ellos mismos o a sus capitales. Los actores sociales, económicos y políticos no h